Revolution: Eric Wind on The Patina Trend in Vintage Watch Collecting (English and Spanish)
Eric Wind wrote a piece for Revolution watch magazine on “The Patina Trend” in vintage watch collecting. You can read it here:
https://www.revolution.watch/aged-perfection-patina-trend/
https://www.christies.com/features/The-patina-trend-in-watches-8023-1.aspx
You can also read it in Spanish here:
ENVEJECIDO A LA PERFECCIÓN
LA TENDENCIA PÁTINA
El principal especialista en relojes de Christie’s reflexiona sobre el avance hacia los “legítimos” relojes de época con “pátina”.
Por ERIC WIND
Una de las tendencias más interesantes en el arte de coleccionar relojes de época ha sido el deseo de apartarse de los relojes que se han restaurado y pulido para que parezcan “como nuevos” y optar por los relojes en su estado original que muestran una pátina “legítima”, con mellas, arañazos y decoloraciones que pueden haberse desarrollado a lo largo de décadas de desgaste. Como sucede con muchas ten- dencias, es difícil rastrear el origen exacto de este deseo, pero no hay duda de que uno de los lugares donde se originó fue Japón, donde el enfoque estético “wabi-sabi” valora la imperfección que proporciona el paso del tiempo. En Japón, esto ha repercutido durante muchos años en el coleccionismo de relojes, sobre todo en lo que respecta a los Rolex deportivos de época. Los coleccionistas japoneses han querido ver cajas originales con la belleza de los arañazos y la decolo- ración en las piezas originales, tales como insertos de bisel en los Submariner y los GMT-Master después de años de desgaste, en comparación con los relojes de época que se hicieron para parecer nuevos. Hubo una carátula negra muy codiciable y de particular interés que, debido a la decoloración por el paso del tiempo, se transformó en marrón o “tropical”. Esta tendencia de buscar una pá- tina legítima se ha extendido en todo el mun- do, en particular durante los últimos cinco años, junto con un crecimiento masivo en el número de coleccionistas de relojes de época. Muchas personas se sienten atraídas por los estos relojes por el encanto de tener algo que parece viejo. Como me dijo un coleccionista más joven de relojes de época: “Si yo quisiera algo que pareciera nuevo, me gustaría ir a la boutique y comprarlo, pero quisiera algo di- ferente; un reloj que se hubiera hecho único por el proceso de envejecimiento. El modo en que resplandecen el radio y el tritio en las carátulas y en las manecillas, de un naranja cálido a un amarillo brillante, es mucho más genial que el aspecto blanco brillante y estéril de la LumiNova y la Super-LumiNova en- contradas en los relojes nuevos de hoy”.
Parte del problema en torno a este deseo de coleccionar los relojes de época con pátina legítima es que es extremadamente difícil encontrarlos. Nombres conocidos como Rolex Submariner y Omega Speedmaster son especialmente raros de encontrar en su esta- do original debido a sus famosas afiliaciones a lo largo de los años. Quienes poseían uno eran propensos a usarlo y llevarlos a servicio, durante el cual las partes eran reemplaza- das con frecuencia (como insertos de bisel y coronas) y tal vez el material luminoso se haya actualizado en la carátula y en las manecillas para una mejor visibilidad nocturna, todo con el objetivo de hacer del reloj una herramienta más eficaz y sin prestar ninguna atención al futuro valor para los coleccionistas. Además, pulieron las cajas para eliminar los arañazos y hacer que parecieran nuevas, adelgazan- do las asas en el procedimiento mediante la eliminación de metal.
Los no coleccionistas no tienen la menor idea de que, tras heredarlos, no deberían hacer restaurar los relojes de sus padres y abuelos para que parezcan nuevos. De hecho, cuando hago presentaciones a grupos sobre relojes de época, el concepto de que los coleccionistas premian el estado original por encima de lo restaurado es una de las cosas que los legos encuentran más sorprendente en la colección de relojes de época.
Sin embargo, hay algo que es muy atractivo, incluso para un no coleccionista, cuando ven algo que ha envejecido de manera única. Un excelente ejemplo de ello es el Rolex de acero, referencia 8171, que vendimos en Christie’s Nueva York en junio (véase página de apertu- ra). Un piloto compró el reloj a principios de 1950 y aparentemente lo usó unos años hasta que dejó de funcionar. El Ref. 8171 es uno de los relojes más complicados jamás realizados por Rolex, contaba con un indicador de fase lunar y con un calendario de pantalla completa. Dada la complejidad del movimiento y los cos- tos relacionados con su servicio, es posible que el caballero lo haya guardado y fuera pasando durante décadas por la familia sin uso.
De manera sorprendente, este Rolex conservó lo que parecía ser su correa de cuero gris original y también la hebilla Rolex original. Además, la gran caja de acero que le valió al modelo el apodo “Padellone”, o “sartén grande” en italiano, había permane- cido intocada, sin pulir, con su llamativa caja y bordes conservados.
La carátula había desarrollado una pátina inusual y llamativa, tal vez por el calor y la humedad que durante décadas había entrado en la caja no resistente al agua. Al igual que encontrar un increíble automóvil de época que de alguna manera sobrevivió las décadas con su tapicería original y todas las piezas originales, encontrar esta referencia en este estado original fue espectacular y fue un reloj que la gente no podía dejar de mirar durante nuestra presentación preliminar. El día de la subasta, hubo una feroz batalla por el reloj y se vendió a 161,000 dólares. En nuestra subasta Important Watches en Dubai (19 de octubre de 2016) vendimos un Jaeger-LeCoultre, un reloj de buceo Polaris, con alarma de 1968 (firmado “LeCoultre” en la carátula para el mercado estadou- nidense) que es uno de los relojes de época más codiciados fabricados por la venerable marca. El reloj se encontraba en un estado extraordinario y, con el paso del tiempo, su carátula exterior se había tornado marrón “tropical”, lo que proporcionó un contraste sorprendentemente hermoso con el bisel interno de color negro grisáceo y el disco de la alarma central negro tirando a marrón oscuro. El reloj era un sueño para un coleccionista y se vendió a 21,250 dólares contra el estimado de 12,000-18,000 dólares.
En nuestra subasta de Nueva York el 6 de diciembre de 2016, había muchos relojes legítimos “frescos para el mercado” que entusiasmaron a nuestros clientes. Un reloj notable fue un Patek Philippe Ref. 565 de acero con brazalete original que había sido vendido por Freccero y ha conservado su caja original resistente al agua en el notable estado sin pulir con una carátula que también ha experimentado un proceso único de envejeci- miento. A la inmensa mayoría de estos relojes Ref. 565 de los años cuarenta se les ha pulido la caja en algún momento de su existencia de más de 70 años y perdieron la fuerte defini- ción de la forma de la caja. El impresionante precio alcanzado fue de 77,500 dólares.
Además, teníamos un Omega “Ed White” Speedmaster Ref. 105.003 con una carátula que se había tornado marrón tropical, haciendo juego con el bisel original que también se había decolorado de forma única. La caja del reloj estaba sin pulir, lo cual es una rareza extrema en el mundo de los primeros Speedmaster de época de los años cincuenta y sesenta. Se vendió a 30,000 dólares.
Mientras que, en general, la jerarquía de la colección de relojes de época colocaría a un reloj “de época antiguo” legítimo que nunca se ha usado como el ideal platónico de lo que se quiere en una colección, el segundo lugar está firme- mente sostenido por la idea de man- tener ese mismo reloj en estado original con la pátina y el desgaste legítimos en vez de un reloj que se ha restaurado para parecer nuevo. Y en algunos casos, un reloj con una hermosa carátula color “marrón” tropical puede valer mucho más de lo que costaría el reloj en el estado de “nueva existencia antigua”. Este deseo de pátina legítima parece tan intenso entre los coleccionistas de todo el espectro actual que creo que continuará para dar forma al mercado de relojes de época durante años y décadas por venir.